Esperarlo se había vuelto algo cotidiano, era algo natural, algo que venía con ella como su poder de amar, como si hubiese nacido para ello…
Hoy lo esperaba porque iba a
llegar.
Pero no podía dejar de pensar
en las veces en que lo esperó porque quiso, porque las ganas de verlo se
volvían pequeñas alucinaciones de su llegada, de un hermoso encuentro lleno
amor, besos, abrazos…
Y si no llega?...
Si, va a venir…
Si había algo en que confiar
era en su palabra, jamás había faltado a su palabra…
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