Se acercaba la fecha y a medida que se terminaba el vino, la nostalgia le llenaba el vaso…

Sentía cada minuto pasar y veía como lentamente, con el correr del tiempo, habían cambiado sus manos… sus dedos se movían mas lentos, quejosos de obedecer alguna orden brusca, tal vez violenta, de esa mente que ya no guardaba excusas para desplazarse tan natural como de costumbre en una sociedad llena hipocresía y vacía de realidad…

Se le presentaron siempre situaciones donde la propuesta por algunos eran cosas como hacer terapia, hablar con alguien que  viera las cosas desde otro “plano”… No quedaba otra que asentir y sonreír casi con complicidad, irónico, pero le resultaba tierno en algún punto y no podía, o no quería sentirse ofendida y manteniendo esto en un segundo plano lograba ser una persona  auténtica en su manera de ser, de sentirse y hacer sentir… cómo cambiar o apaciguar su ser, su esencia misma? Jamás  podría cargar con semejante peso…

Esta era su lucha? Si podía luchar por algo, pensaba, era por ser…

Creía que podía con esto… sabía de su debilidad, pero se repetía hasta el cansancio que no dejaría que se vuelva a repetir una historia de impotencia que terminara en una vida cargada de pastillas de colores que nada de color daban a la realidad…

Parte de su sufrimiento tenía que ayudarla a sobrevivir, sino ya nada tenía sentido…